martes, 24 de agosto de 2010

MUCHO JUEGOS Y DIVERSIÓN!!!!


REGALOS Y MUCHA ALEGRIA!




Que lindos REGALOS!!

GRACIAS SRA DIRECTORA

GRACIAS COMISIÓN FOMENTO, GRACIAS MAESTRAS

CLAUDINA WILSON ¡Profesora de ed. fisica!

QUE BIEN PASAMOS EN EL DIA DEL NIÑO!!

sábado, 14 de agosto de 2010

ALIMENTO COMPLETO

La leche es, sin duda, el alimento más completo de los existentes. La leche utilizada habitualmente es la de vaca. En 100 g de leche de vaca hay unos 5 g de glúcidos (lactosa), 3,3 g de lípidos (o poco más) y 3 g de proteínas. En total, unas 62 kcal.
El disacárido lactosa es el único hidrato de carbono lácteo. Es la causa habitual de intolerancia a la leche debido al déficit parcial o total, congénito o adquirido, de lactasa. Los ácidos grasos de los triglicéridos lácteos son, mayoritariamente, saturados. Las proteínas, en forma de caseína y lactoalbúmina, son de alto valor biológico. El Ca es el elemento químico más importante y representativo de la leche: en 100 g de leche hay unos 125 mg.
La cantidad de Fe de la leche es baja; una dieta exclusivamente láctea provocaría una anemia ferropénica. Las vitaminas se hallan ampliamente representadas -excepto la C-, siendo de destacar las A, D y B2. Se destruyen, en parte, durante el proceso tecnológico de esterilización. Tal como se extrae de la vaca, la leche suele estar contaminada bacteriológicamente. Es por ello que se utilizan tratamientos térmicos para destruir los gérmenes. Esto conlleva la destrucción de algunas vitaminas y la alteración de las propiedades organolépticas originales, pero asegura la pureza microbiológica. Las leches pueden presentarse como fresca, certificada, hervida, pasteurizada, esterilizada, evaporada, condensada, descremada y en polvo. Todas ellas conservan el Ca y la mayor parte de su dotación proteica.

Es importante tomar leche

La leche, uno de los pilares de la alimentación
La leche es el alimento más completo de todos los consumidos por el hombre. Los humanos somos los únicos mamíferos que seguimos bebiendo algún tipo de leche después de la lactancia. Su consumo se remonta al Neolítico, aproximadamente al año 6.000 AC, cuando el hombre decidió asentarse y ser sedentario, abandonando la vida nómada que llevaba desde el comienzo de los tiempos.
Este líquido blanco es imprescindible en nuestra dieta según los especialistas. Exceptuando la consumida durante el periodo de lactancia, lo que tomamos es leche de vaca, aunque con frecuencia podemos encontrar de oveja o cabra. Los seres humanos tenemos que ingerir energía y parece que este alimento es el más adecuado para obtenerla, además de sus características nutritivas, que nos ofrecen todos los componentes que necesitamos. La leche es también un alimento imprescindible en la dieta de los NIÑOS y los más mayores o de las mujeres que estén llegando a la menopausia, debido a todos los problemas de salud y enfermedades que se derivan de la descalcificación.
Éste es, por tanto, uno de los alimentos más necesarios durante todas las etapas de nuestra vida. Son muchos los motivos por los que es recomendable el consumo de leche, pero quizás el más famoso de todos sea el calcio: los lácteos son los alimentos que más cantidad contienen de toda nuestra dieta.
Un proceso de elaboración minucioso
La leche cruda de vaca no está destinada al consumo humano: tiene que pasar por unos procedimientos previos para que sea saludable. A través del consumo de leche cruda se pueden contraer distintas enfermedades como la tuberculosis.
El primer paso del proceso de transformación es el ordeñado de la vaca, que debe reunir unos requisitos para garantizar su salubridad.
Este proceso de extracción debe realizarse sin interrupciones y de forma completa, obteniendo el total de la leche. Se procede de esta manera ya que la leche no contiene los mismos nutrientes durante todo el proceso de extracción.
Hoy en día, todo el proceso está mecanizado y controlado por las grandes centrales lecheras, que proceden a la refrigeración de manera casi inmediata tras la extracción. En grandes camiones cisternas se lleva a la central y se procesa de distinta manera, dependiendo del producto que se desee obtener. Sin embargo, algunos tratamientos son comunes, con los que se trata de eliminar todos los microorganismos patógenos.
El primero de los procesos más habituales a los que se somete la leche es la termización, consistente en aplicar una temperatura de 63 ó 65 ºC durante 15 segundos, ampliando así el período durante el cual la leche cruda puede ser almacenada. La homogenización es otro de estos procesos comunes y tiene como objetivo conseguir que los glóbulos grasos se rompan y lograr disminuir su tamaño. La leche homogeneizada es más digestiva y presenta un color más blanco y atractivo.